25 de Febrero de 2022. 6:40 pm.
El torneo Clausura 2003 entraba en su recta final. Después de 16 jornadas (y con 3 más por jugarse), los Rayados de Monterrey, dirigidos Daniel Passarella, se encontraban posicionados en el octavo lugar de la tabla general, pero en primer lugar del Grupo 2 con 25 unidades, producto de 6 partidos ganados, 7 empatados y solo 3 derrotas.
En el Grupo 2, Rayados lideraba, pero solo por diferencia de goles. El Club Tigres contaba con los mismos puntos, pero con una diferencia de -1 por +5 del Monterrey.
En la jornada 17, el equipo regiomontano recibía al San Luis, escuadra que marchaba en el lugar 15 de la tabla general. El Monterrey era considerado favorito, pero un descuido en casa y podría costarle el liderato de grupo. Por el contrario, un triunfo le garantizaba por lo menos el repechaje.
El partido entre regios y potosinos tuvo lugar el sábado 3 de mayo de 2003 a las 1:00 horas y, a pesar de los casi 40 grados de temperatura, más de 30 mil Aficionados Rayados abarrotaron el Estadio Tecnológico.
Passarella envió a la cancha la siguiente alineación: Ricardo Martínez; Ismael Rodríguez, Pablo Rotchen, Flavio Rogerio e Iván Elliott Huitrón; Héctor Castro, Luis Ernesto Pérez, Walter Erviti y Jesús Arellano; Guillermo Franco y Álex Fernandes.
Daniel Alberto Passarella, director técnico de Rayados.
Desde el arranque de las acciones, el Monterrey demostró su ambición por ponerse al frente del marcador. Antes de cumplirse los primeros 10 minutos, el Monterrey ya había generado dos jugadas claras de gol frente al marco del portero Edmundo Ríos.
Al 18’, otro ataque rayado terminó en tiro de esquina. Jesús Arrellano fue el encargado de ejecutarlo. Su centro fue casi al corazón del área, pero a la altura del primer poste. Franco se desmarcó de sus guardianes y acudió puntual a la cita con el balón y dio un frentazo al balón para enviarlo a segundo poste. ¡Golazo de Franco que exhibió su gran habilidad para rematar de cabeza!
Con el marcador a su favor, Rayados se dedicó a pasear el balón intentando abrir a la defensiva potosina para marcar el segundo. El equipo visitante, dirigido por Juan Antonio Luna, se veía incapaz de quitarle el balón a los locales. Parecía cuestión de minutos para que cayera el segundo gol. Sin embargo, el portero visitante logró evitar dos goles cantados en el ocaso de la primera mitad.
El trámite del partido apenas cambió para la parte complementaria: los Rayados asediando la meta potosina y los visitantes intentando mantener a salvo su meta. La resistencia potosina solo aguantaría ocho minutos.
Guille Franco celebra un gol.
Nuevamente en tiro de esquina cobrado por “Kbrito” Arellano se abrió la puerta para el segundo gol. En esta ocasión el centro de Arellano fue abierto. El balón había cruzado el manchón penal cuando Pablo Rotchen puso su frente para recentrar y dejar el balón a modo a un despierto Guillermo Franco, quien reaccionó antes que los defensas, remató de derecha y de primera. El remate de Franco fue imposible de detener y el balón se coló al fondo de las redes para poner el 2-0 y desatar la euforia de la afición mientras el Guille, muy emocionado, corría a celebrar con la tribuna.
El ambiente en el estadio fue inmejorable. El público entendió que más goles podían llegar y que la Liguilla estaba a la vista, por lo que se dedicó a cantar y a corear las jugadas del equipo local.
En el minuto 65 cayó el tercer gol. Jesús Arellano, pegado a la banda derecha, recibió un balón en corto de Walter Erviti. Fiel a su estilo, Arellano realizó una diagonal para enfilarse al área solo que esta vez cedió en corto a Franco. “El Guille”, de espaldas a la portería y a unos cinco metros fuera del área, le regresó “de taquito” la pared a Arellano, quien se encamino al marco y antes de entrar al área filtró para Álex Fernandes. El peligroso delantero brasileño entendió a la perfección la jugada y soltó un disparo potente cruzado para concretar un hermoso gol.
El legendario tridente conformado por Arellano-Franco-Fernandes daba ya señales de las alegrías que estaban por venir a la afición rayada.
Guille Franco celebra un gol con Pablo Rotchen, mientras observa Jesús Arellano.
Ya con el 3-0 y el triunfo prácticamente en la mano Passarella empezó a darle descanso a sus elementos. Jesús Mendoza sustituyó a Guillermo Franco en el minuto 78 y, tan solo un minuto después, Tomás Banda y Omar Avilán sustituían a Jesús Arellano y a Álex Fernandes. Mientas los minutos transcurrían, la Afición continuaba celebrando el gran futbol desplegado por el equipo. Casi al final, el San Luis descontó gracias a un disparo de Moctezuma Serrato desde fuera del área para poner cifras al marcador definitivo: 3-1.
El árbitro Manuel Glower dio por terminado el encuentro y los Rayados celebraban en grande. El equipo de Passarella amarraba al menos el repechaje y llegaba a 28 puntos, empatando así la que hasta ese momento era la mejor cosecha de puntos de los Rayados en torneos cortos (conseguida en el Verano 2001 bajo la dirección técnica de Benito Floro).
Más allá del resultado, la mejor noticia para la Afición Rayada es que el equipo estaba alcanzando su mejor forma en el momento más importante de cara a la Liguilla. Semanas después, ese buen futbol habría de darnos una de las mayores alegrías, con la obtención del segundo título de liga.
Aquel sábado 3 de mayo de 2003, con gran actuación de Arellano, Álex y Franco, el Monterrey comenzaba su camino al título y 39 días más tarde se alzaría con el trofeo de Campeón de la Liga MX.
Alberto Barrera-Enderle