Los Rayados iniciaron su camino en la temporada 1970-71 de la mano del técnico argentino Carlos Alberto Etcheverry, quien había tomado el mando de la nave rayada en la mitad del torneo México 70.

Para la temporada 1970-71, Etcheverry reforzó al Monterrey con elementos que se desempeñaban en los Jabatos de Nuevo León, equipo que ahora se encontraba en la Segunda División.

De aquel equipo, Etcheverry trajo a los hermanos José Luis y Vicente Álvarez, al portero José Ledezma, al lateral Javier García Lomelí y al delantero Dámaso Pérez (quien había debutado en Rayados en 1964).

Dámaso Pérez, quien había debutado en Rayados, regresó para reforzar al equipo en la temporada 1970-1971.

Además, el equipo se reforzó también con la llegada del uruguayo Luis Casaña, antigua figura del Irapuato y en el transcurso de las primeras jornadas de la temporada, el Monterrey contrató a Juan Manuel Olague y José “Dumbo” Rodríguez, quienes provenían del Guadalajara y del Atlas, respectivamente.

Los Rayados iniciaron con el pie derecho la temporada con un triunfo sobre el Veracruz en calidad de visitante.

Después, el Monterrey empató en casa ante Toluca y perdió en su visita al Atlas. En la jornada 4, venció al América en el Estadio Tecnológico con dos goles de Ubirajara Chagas.

Ubirajara Chagas fue un gran ídolo Rayado.

En la fecha 5, el Monterrey empató con Pumas en la capital del país. En la jornada 6, “La Pandilla” venció 2-0 al Torreón en el “Tec” con dos goles de Alfredo Jiménez, quien comenzaba a despuntar como un temible goleador. Ese fue el último triunfo que el equipo obtuvo bajo el mando de Etcheverry.

En las jornadas 7, 8, 9 y 10, el Monterrey perdió cuatro partidos en fila. Dos en casa (ante Pachuca y Cruz Azul) y dos de visita (ante el Puebla y el Jalisco). Las cuatro derrotas consecutivas sellaron la suerte de Etcheverry quien dejó el mando tras caer ante Cruz Azul en el Tecnológico.

La directiva le dio el equipo a Ignacio “Gallo” Jáuregui, técnico joven que, como jugador, defendió brillantemente la camiseta rayada desde 1963 y que en 1968 había tomado las riendas del equipo como técnico.

Tras la primera mitad del torneo México 70, el “Gallo” Jáuregui dejó al Monterrey en los primeros lugares y clasificado a pelear por el título. Jáuregui partió a Europa junto a otros técnicos mexicanos como Alfonso “Pescado” Portugal y José Moncebáez con el fin de seguir preparándose como técnicos y ahora regresaba a demostrar lo aprendido.

Jáuregui comenzó a entrenar al equipo días previos al partido de la jornada 11 en el que Monterrey enfrentaría al Zacatepec. Desde las primeras prácticas quedó en evidencia que Jáuregui buscaría imprimirle un sello más agresivo al equipo basando el juego ofensivo en la labor de los extremos, en piques a gran velocidad y en generar espacios para mandar balones.

Mientras el equipo era preparado por Jáuregui para enfrentar el peligroso Zacatepec, equipo que se encontraba en el cuarto lugar de la tabla general, la directiva anunciaba una contratación bomba: la del zaguero argentino Daniel Ernesto Musante, quien se desempeñaba como capitán y defensa central del Newell’s Old Boys de Argentina.

Los Rayados recibieron al Zacatepec el domingo 7 de febrero de 1971 a las 12 del mediodía en el Tecnológico. Jáuregui envió a la cancha la siguiente alineación: Javier Quintero; Magdaleno Cano, Guarací Barbosa, Daniel Haro y Vicente Álvarez; José “Dumbo” Rodríguez, Juan Manuel Olague y Ubirajara Chagas; Ricardo Escamilla, Ernesto Flores y Dámaso Pérez.

El partido inició con un ritmo vertiginoso. Ambos equipos salieron decididos a dañar al rival y fue el Zacatepec el primero que tuvo una oportunidad de gol cuando Javier “Chalo” Fragoso sacó un obús de media distancia que exigió a Quintero lanzarse de manera espectacular para evitar el daño en su cabaña.

Los primeros 25 minutos fueron de ida y vuelta, aunque ya el Zacatepec mostraba que venía decidido a ablandar al rival. El equipo cañero cometió demasiadas faltas y en una de ellas se originó el primer gol.

Dámaso Pérez fue derribado unos metros afuera del área. Él mismo cobró pero su disparo se estrelló en la barrera. El balón le cayó nuevamente a Pérez, quien lanzó un tiro-centro al área chica en donde apareció Ernesto Flores, que de palomita se lanzó para rematar y taladrar la portería defendida por Raúl Orvañanos. La tribuna estalló de alegría luego de romper una racha de cuatro partidos sin siquiera anotar un gol.

Ernesto Flores abrió el marcador.

Los Rayados se fueron al descanso con la ventaja mínima. Para el complemento, Ernesto “Chueco” Candia, técnico del Zacatepec, realizó rápido sus dos movimientos con el fin de enderezar su nave, pero estos fueron infructuosos. El Monterrey continuó desplegando un futbol veloz y vertical mientras los albiverdes se dedicaron a buscar la falta sobre el contrario.

En el minuto 59, Ubirajara Chagas amplió el marcador luego de recibir un pase a segundo palo desde la derecha de Ricardo Escamilla, quien con su velocidad estaba haciendo estragos a su marcador.

La calma que trajo el 2-0 se evaporó pronto porque en el minuto 62 el árbitro Mario Rubio expulsó al defensor rayado Daniel Haro. Jáuregui movió rápido sus piezas: sacó de la cancha a Dámaso Pérez y envió a Edmundo Manzotti, elemento de recuperación que debutaba con la playera rayada.

Ricardo Escamilla y Magdaleno Cano.

El Zacatepec no aprovechó su superioridad numérica y seis minutos después, José Luis “Ruso” estrada cometió una falta fuerte sobre Cano que le valió ser expulsado.

En el minuto 73, “Bira” controló un balón en el medio campo, con habilidad se quitó a su marcador y envió un trazo largo a la banda derecha en donde Escamilla ganó el balón gracias a su velocidad, burló a dos rivales dentro del área y, aunque uno de ellos alcanzó a desbalancearlo con una falta, alcanzó a puntear el balón sobre la salida de Orvañanos para poner el 3-0.

Con el gol, Jáuregui decidió ir por más y mandó a Guillermo Arciniega al campo en lugar de Juan Manuel Olague.

Los Rayados siguieron acosando el marco rival y a ocho minutos del final lograron el gol definitivo.

Escamilla cobró un tiro de esquina y lo hizo en corto hacia la orilla del área. Vicente Álvarez tomó el balón y sacó un potente disparo que se incrustó con violencia en la portería del equipo morelense.

Vicente Álvarez anotó el cuarto gol del partido.

La afición se fue feliz con el 4-0. Los Rayados, con Jáuregui al mando, mostraron una cara completamente diferente.

Originalmente, la directiva pensó en Jáuregui solo como un técnico interino tras la salida de Etcheverry. Sin embargo, el conocimiento que Jáuregui tenía del plantel, su forma adecuada de conducir el vestidor y los buenos resultados que arrojaría harían que la directiva cambiara de opinión.

Previo al regreso de Ignacio Jáuregui al banquillo rayado, el Monterrey se encontraba en el lugar 14 de 18 equipos, con tan solo 8 puntos de 20 posibles, producto de 3 juegos ganados, 2 empatados y 5 perdidos. Con el retorno del “Gallo”, los Rayados terminarían la temporada en tercer lugar general con un desempeño notable en el resto de la campaña.

Pocas semanas después del regreso de Jáuregui, el Lic. Alberto Santos fue nombrado presidente del Monterrey y casi a la par, Alfredo “Alacrán” Jiménez comenzaría a meter goles por racimos y a consolidarse como la gran revelación del equipo. Una nueva era en la historia del club estaba surgiendo en esos momentos.

Alberto Barrera-Enderle