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RAYADOS REMONTÓ EL MARCADOR Y VENCIÓ A UN CRUZ AZUL CAMPEÓN EN 1979

06 de Septiembre de 2022. 12:24 pm.

Los años setenta llegaban a su fin y con ellos una época dorada para la Afición Rayada. Faltando ocho días para terminar el año, los Rayados aún tenían dos partidos por jugar: el 22 de diciembre de 1979 tendrían que recibir al Cruz Azul y el 30 viajarían a la “selva cañera” para visitar al Zacatepec.

La temporada 1979-1980 estaba por llegar a su primera mitad. Los Rayados habían iniciado el campeonato con un desempeño irregular que provocó la temprana salida del técnico Gustavo Peña.


Ubirajara Chagas, ídolo como jugador y entrenador del Club de Futbol Monterrey.

Ubirajara Chagas “Bira”, el ídolo de la Afición Rayada y hombre institucional, había tomado las riendas del equipo en la jornada 10 más para intentar enderezar la nave.

“Bira” debutó en el banquillo con una derrota en la cancha del Puebla para después ligar tres empates ante el Jalisco, Tecos y el León.

Previo a la jornada 14, el Monterrey se ubicaba en el cuarto lugar del Grupo 1 con 9 puntos. El Atlante y el Cruz Azul lideraban ese pelotón con 18 unidades.

Los Rayados en un interescuadras previo al duelo contra el Cruz Azul en 1979.
Los Rayados en un interescuadras previo al duelo contra el Cruz Azul en 1979.

El Cruz Azul era el próximo rival de La Pandilla para el partido de la jornada 14 que habría de escenificarse el sábado 22 de diciembre de 1979, a las 17:00 horas, en el Estadio Universitario.

Aunque la prensa deportiva consideraba al Monterrey como una “víctima segura” frente al campeón vigente del futbol mexicano, a La Pandilla le urgía ganar para comenzar a escalar posiciones. Con esa intención, “Bira” preparó de la mejor manera a su escuadra.

El once inicial que Chagas envió de titular ante Cruz Azul fue el siguiente: José Ledezma; José Sánchez, Fidel Mejía, Everardo Rodríguez Plata y Mario Gutiérrez; Alberto Cardaccio, Carlos Alberto Zanata y José Luis Martínez; Ricardo Mendoza, João Batista Nunes de Oliveira y Rubén Romeo Corbo.

El partido entre Rayados y Cementeros ofreció innumerables emociones a los más de 50 mil aficionados que se dieron en cita en el Universitario.

Desde el arranque del encuentro ambos equipos mostraron sus armas. Apenas en el minuto 4, Pepe Sánchez inició una jugada extendiendo un balón largo para Corbo, quien filtró a Nunes y éste, a su vez, dejó el balón en Mendoza que remató pleno, pero Miguel Marín alcanzó a desviar.

Miguel Marín, icónico portero del Cruz Azul, salvó a su arco en varias ocasiones.
Miguel Marín, icónico portero del Cruz Azul, salvó a su arco en varias ocasiones.

El balón pegó en el poste y se fue a tiro de esquina. En el cobro de ese tiro de esquina, Nunes remató un cabezazo seco que estrelló en el poste y que de inmediato “El Confesor” Cornero alcanzó a despejar. Dos postes en cinco minutos.

Mientras el Monterrey proponía, el Cruz Azul, fiel al estilo de Nacho Trelles, esperaba paciente para lanzar contragolpes muy peligrosos en los botines de Adrián Camacho y José Luis “Chaplin” Ceballos.

Sin embargo, la defensa del Monterrey, bien ordenada por dos jugadores formados en las Fuerzas Básicas: Rodríguez Plata y Fidel Mejía, quienes estaban conteniendo adecuadamente los peligrosos contragolpes celestes.

Fidel Mejía tuvo una destacada actuación en la defensa central.

Fidel Mejía tuvo una destacada actuación en la defensa central.

La presencia de Mejía en la defensa central en lugar del mundialista Rigoberto Cisneros había sido una decisión de “Bira” que dio resultado.

En el primer tiempo Rayados insistió una y otra vez, pero ni Corbo ni Nunes lograron batir al “Súperman” Marín.

Los goles tendrían que esperar al complemento. Esta segunda mitad inició con la misma tónica que el primero: un Monterrey agobiando al Cruz Azul y una defensa celeste apurada salvando su marco y enviando el balón para tiro de esquina en varias ocasiones.

En el minuto 61, cuando más presionaba La Pandilla, vino el gol del Cruz Azul en un contragolpe letal. Todo inició en una falta a favor de Rayados como a cuarenta metros de la portería.

Desde ahí, Nunes decidió probar a Marín con un verdadero “bombazo”. El legendario Marín no se confió y en lugar de intentar quedarse con el balón desvió a tiro de esquina.

El cobro del córner fue a parar a las manos del “Gato” que de inmediato despejó largo para Ceballos. El “Chaplin” cedió a Rafael Toribio cuando Mejía salió a cortarle. Toribio, a su vez, centró al otro lado del área donde apareció el defensor Cornejo que, con un disparo raso y cruzado, venció a Ledezma para abrir el marcador.

El gol caló hondo en los jugadores Rayados que estaban haciendo el gran esfuerzo para vencer al Cruz Azul.

En el minuto 69, “Bira” realizó sus dos cambios: Alberto Cardaccio y José Luis Martínez dejaron la cancha para el ingreso de Pepe Treviño y de Antonio das Graças “Totonho”.

Bira apostó por mayor presencia en el frente de ataque y muy rápido esto rindió frutos.

En el minuto 71, Pepe Sánchez filtró para Treviño que, con gran visión, prolongó el balón para Totonho sobre las espaldas de dos defensores. Totonho llegó a línea de fondo y retrasó, a la altura del manchón penal para Nunes.

Ahí, con toda la frialdad posible, Nunes controló el balón y fusiló a Marín para igualar los cartones y desatar la locura de todo el estadio.

João Batista Nunes de Oliveira empató el marcador.
João Batista Nunes de Oliveira empató el marcador.

A partir de ahí, el asedio sobre la cabaña de Marín fue incesante y el gol del triunfo se veía venir.

Cruz Azul se defendió como pudo y casi se salía con la suya. Faltaban tan solo cuatro minutos para el final cuando Pepe Sánchez, sumándose al ataque por la banda derecha, envió un centro a segundo poste para Corbo.

Dos defensores se fueron a seguirlo, pero el “Pato” peinó el balón de regreso para Sánchez, quien alcanzó la esférica barriéndose para empujar el balón al fondo de las redes y desatar la locura de la fiel afición rayada.

José “Pepe” Sánchez dio un gran partido y anotó el gol del triunfo.
José “Pepe” Sánchez dio un gran partido y anotó el gol del triunfo.

Los jugadores cementeros no soportaron la presión y, dos minutos después del gol de Sánchez, Gerardo Lugo golpeó a Nunes. El árbitro Fermín Ramírez Zermeño no quiso batallar y expulsó a ambos jugadores.

A pesar de ello, Rayados logró mantener la ventaja en los minutos de compensación y darle una gran alegría a su público venciendo al campeón y principal favorito para retener el título.

Con ese triunfo inobjetable y con la gran actuación de Nunes y de Pepe Sánchez, Rayados se despidió de su público en los años setenta. Muchas historias estaban por escribirse en la rica historia del Club de Futbol Monterrey.

Alberto Barrera-Enderle

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