La temporada 1982-83 fue una de las más complicadas para los Rayados.

La terrible devaluación y crisis económica que golpearon al país en 1982 afectaron sensiblemente al grupo económico que controlaba en ese entonces los destinos del Monterrey.

En lo deportivo, el equipo no funcionó y llegó a la última jornada con el peligro latente de tener que disputar la Liguilla por el no descenso.

Los Rayados requerían un punto para evadir la poco honrosa Liguilla por el no descenso.

El 7 de mayo de 1983, los Rayados recibieron al Zacatepec en el Estadio Tecnológico.

A minutos de perder el partido, el árbitro señaló un penal a favor del Monterrey.

La presión para el cobrador era enorme, pero el defensa uruguayo Enrique Hugo Esquivel no dudó en pedir el balón y cobrar ese penal.

En la tribuna y en la televisión, los aficionados expectantes gozaron cuando Esquivel anotó el penal y le dio a los Rayados el punto que necesitaban para evadir la Liguilla por el no descenso.

Fue un momento difícil que quedó para siempre en la memoria de la Afición Rayada.

Alberto Barrera-Enderle