En 1946, siendo presidente Ramón Cárdenas Coronado, el Club de Futbol Monterrey tuvo que solicitar su retiro de la Liga Mayor.

Seis años después, un nuevo grupo de promotores del futbol en Nuevo León, encabezado por el Dr. Carlos Canseco (foto), hizo realidad el sueño de volver a tener un equipo profesional.

Tras semanas de negociación, el 14 de julio de 1952, la Asociación Deportiva Monterrey, razón social del equipo en ese momento, fue admitida para jugar en la naciente Segunda División.

La admisión no fue fácil porque en un principio los demás equipos de esa categoría se negaban a viajar hasta Monterrey y exigían, como compensación, el pago del 30 por ciento de las entradas.

Afortunadamente, los clubes de Primera División votaron a favor y el Monterrey fue admitido.

En este proceso, el Dr. Canseco y la junta de socios del equipo acordaron que el uniforme sería playera con rayas verticales azul y blanco.

Con el paso de los primeros partidos, el equipo recibiría de manera espontánea su tradicional mote: “Rayados”.

Alberto Barrera-Enderle