28 de Diciembre de 2019. 3:37 pm.
El Club de Futbol Monterrey se integró a la Liga Mayor en 1945 y la temporada 1945-46 marcó el nacimiento del futbol profesional en Monterrey.
En esa década, y gracias en parte al contexto bélico mundial y a las políticas nacionales a favor de la industrialización del país, la ciudad de Monterrey vivió un segundo auge industrial.
Los deportes, que décadas antes se practicaban en la ciudad exclusivamente de forma amateur, promovidos principalmente por las industrias y las escuelas como forma de esparcimiento de obreros y estudiantes, comenzaban a profesionalizarse.
Un grupo de entusiastas promotores del deporte como Paul C. Probert y Enrique Ayala Medina, quienes llevaban al menos dos décadas fomentando la práctica de varios deportes, lideraron el proyecto de darle a la ciudad de Monterrey un equipo de futbol profesional (tal como ya se tenía uno de béisbol).
En ese momento, el futbol estaba lejos de ser un deporte popular en Monterrey. No había ni siquiera una cancha adecuada para jugarlo.
Por ello, la primera casa que tuvo el Monterrey fue el extinto Parque Cuauhtémoc, sede del equipo de béisbol Industriales de Monterrey (hoy llamados Sultanes de Monterrey), y que se encontraba en Av. Cuauhtémoc en su cruce con Guadalupe Victoria.
La emoción con la que dirigentes y promotores del futbol iniciaron su aventura al frente del equipo rápido encontró un obstáculo inmenso: en su viaje a Guadalajara en septiembre de 1945, el autobús en el que viajaba el equipo sufrió un aparatoso accidente en la carretera.
Varios jugadores sufrieron graves quemaduras e incluso dos murieron semanas después. Este accidente, aunado a la inexperiencia de los dirigentes y los escasos recursos económicos, administrativos y de infraestructura con los que contaban, pasaron rápidamente factura al equipo en lo deportivo.
Tras el triunfo inicial ante el San Sebastián en la fecha 1 del campeonato, el Monterrey —aún no llamado “Rayados”— cayó en una larga racha de derrotas y empates.
Ni siquiera con los refuerzos que fueron llegando (algunos sí contratados por la directiva y otros prestados por otros equipos) lograban enderezar el rumbo.
Antes de jugarse la fecha 19, el Monterrey llevaba 4 triunfos, 3 empates y 11 derrotas.
El aspecto alentador fue que finalmente ligó tres partidos sin perder (dos victorias y un empate).
Si el Monterrey pretendía extender esa racha positiva debería salir bien librado de su visita al América, uno de los equipos más antiguos del futbol.
En ese momento, el América jugaba sus partidos de local en el mítico Parque Asturias, sede que también utilizaban otros cuadros capitalinos.
Jugadores Rayados del Club de Futbol Monterrey en la temporada 1945-46.
El partido se efectuó el jueves 7 de marzo de 1946.
Al Monterrey lo dirigía el argentino José Noguera “Noguerita”, personaje que además también era delantero del equipo.
Noguera envió a la cancha a: Victoriano de la Mora; Atanasio Medellín, Antenor Medina, Cirilo García Razo y Gonzalo Buenabad; Ignacio Trelles, Rafael Francisco Zeledón y José Noguera; Enrique Escalada y Emilio Baldonedo.
Las condiciones del campo no eran las mejores: la lluvia que había caído en los días anteriores impidió que los equipos desplegaran su mejor futbol.
Aun así, a los 36 minutos, el América se puso adelante gracias a un golazo de Hernán Cabalceta, quien anotó desde fuera del área.
Probablemente la concurrencia que se dio cita en el Parque Asturias pensó que ese gol abriría la puerta para que el Monterrey se fuera goleado. Sin embargo, no fue así.
La reacción del cuadro regiomontano llegó casi de inmediato. A los 39 minutos apareció el jugador estrella del Monterrey, Emilio Baldonedo, que, tras recibir un pase de Rafael Francizco Zeledón, dribló a un defensor y tocó suave por debajo del portero americanista.
El empate que consiguió Baldonedo empujó anímicamente al Monterrey.
El equipo de azul y blanco se lanzó al frente y rápido conseguiría su recompensa. En el minuto 56, el costarricence Zeledón nuevamente hizo de las suyas por la banda, dejó a dos rivales y cedió para Noguera quien definió magistralmente sobre la salida del portero Camacho.
El Monterrey ya ganaba 1-2. El resto del partido, el América logró salvarse de ver su meta perforada en más ocasiones.
Esa fue la primera visita del Monterrey al América y obtuvo un triunfo, el segundo apenas como visitante en la corta historia del equipo.
El equipo regiomontano ligaba así su cuarto partido sin perder. Los jugadores regresaron en autobús y aguantaron las más de doce horas de camino alegremente gracias al resultado positivo.
Arnulfo Avilán, José Noguera, Enrique Escalada, Emilio Baldonedo y Rafael Francisco Zeledón.
Conoce más de Emilio Baldonedo
Emilio Baldonedo es uno de los goleadores históricos y máximos ídolos del Club Atlético Huracán en Argentina y fue uno de los mejores jugadores de la Selección de ese país en la década de 1940.
Desafortunadamente para él, en ese decenio no se realizó ninguna Copa del Mundo debido al clima político internacional que derivó en la Segunda Guerra Mundial.
Tras su paso afortunado por Huracán, fichó para el Newell’s Old Boy en 1945. Solo jugó algunos partidos para ese equipo antes de ser contratado por el naciente Club de Futbol Monterrey.
Baldonedo fue la gran apuesta de la directiva regiomontana y aunque el equipo tuvo una campaña llena de infortunios y un desempeño muy pobre, Baldonedo cumplió a la perfección.
Su primer partido con el Monterrey fue el 18 de noviembre de 1945 en Tampico.
Baldonedo llegó directamente al puerto tamaulipeco y, ahí, sin entrenar previamente, participó en el partido, aunque no logró anotar.
En su segundo partido, anotó tres goles, aunque el Monterrey perdió 6-5 ante el Asturias en la Ciudad de México.
Inició así su paso goleador por el Monterrey. Si bien con anterioridad algunos medios de comunicación informaban que Baldonedo anotó 20 goles, después de revisar diversas fuentes hemerográficas de la época, podemos afirmar que fueron 19 los goles que anotó en la misma cantidad de partidos. Un desempeño por demás sobresaliente.
Lamentablemente, nuestro equipo tuvo que desaparecer al final de la temporada y Baldonedo pasó entonces al Puebla, en donde colgó los botines, antes de regresar a Argentina.
A pesar de haber jugado solo una temporada en nuestro equipo, Baldonedo dejó constancia de su calidad y fue, sin duda, el primer crack en la historia del Monterrey.
En Argentina, su nombre sigue siendo una leyenda. Su popularidad en la Argentina de los años treinta y cuarenta es tal, que hasta es mencionado el famoso tango El sueño del pibe, compuesto por Reinaldo Yiso e interpretado por el reconocido cantante Ricardo Tanturi.
En la letra, un niño, muy emocionado por haber sido aceptado para integrarse a las divisiones inferiores de un club, le promete a su madre que un día será una gran estrella profesional para sacarla de la pobreza: “Mamita, mamita, ganaré dinero, seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé”.
También se le menciona en la canción Nació Huracán de la agrupación argentina Las Pastillas del Abuelo junto a otros ídolos del futbol de ese país como Norberto "Tucho" Méndez, Herminio Masantonio y César Luis Menotti.
El mítico jugador argentino falleció en Buenos Aires en 1999.
Ese fue, sin duda, el gran goleador del Monterrey de los años cuarenta.
¡Gracias, Emilio Baldonedo, por ser parte de nuestra Historia Rayada!
Alberto Barrera-Enderle