El Torneo Apertura 2009 es, sin duda, uno de los favoritos en la historia para la Afición del Monterrey porque fue en el que nuestro Club consiguió su tercera corona.

Como todo título, este fue el resultado de un largo proceso en el que nuestro equipo tuvo que superar las adversidades.

Después de 6 jornadas, los Rayados marchaban en el cuarto lugar de la tabla general con 11 puntos.

Para la Fecha 7, el equipo albiazul tendría que viajar a Querétaro para enfrentar a los Gallos Blancos. Si bien esta escuadra se encontraba en los últimos lugares, no dejaba de ser un equipo peligroso en su casa.

AUSENCIAS DE JUGADORES IMPORTANTES

Además, el partido ante Querétaro fue días después de la Fecha FIFA por lo que Víctor Vucetich, entonces técnico del Monterrey, no podría contar con tres seleccionados sudamericanos, quienes además eran clave en su esquema: el paraguayo Osvaldo Martínez, el chileno Humberto Suazo y el ecuatoriano Walter Ayoví. A esas sensibles ausencias se agregó la del lateral William Paredes, quien se encontraba ausente por lesión.

Humberto Suazo no pudo participar por estar convocado con la Selección de Chile.

La cita para la visita de Rayados a Querétaro tuvo lugar el sábado 5 de septiembre de 2009 a las 17:00 horas.

Vucetich envió el siguiente once de inicio: Jonathan Orozco; Severo Meza, Diego Ordaz, Duilio Davino, Felipe Baloy y Juan Carlos Medina; Gerardo Galindo, Luis Ernesto Pérez y Jesús Zavala; Aldo De Nigris y Sergio Santana.

El inicio del partido fue vertiginoso. Antes del minuto 5, ambos porteros ya habían tenido que intervenir en al menos un par de ocasiones cada uno.

Aldo de Nigris (izq.) y Diego Ordaz fueron titulares.

En el minuto 13, el portero del Querétaro, Carlos “Chiquito” Bossio le atajó a Luis Pérez lo que parecía un golazo de tiro libre.

Tras ello, Rayados siguió presionando por ambas bandas y por el centro hasta que finalmente, por la vía penal, encontró la manera de abrir el marcador.

LUIS PÉRES ABRIÓ EL MARCADOR DE PENAL

En el minuto 23, Aldo De Nigris, recibió un balón de espaldas al marco y con la marcación de dos defensores encima. Se dio media vuelta y disparó a puerta. Sin embargo, su disparo no pudo ser más fuerte porque entre un defensor y el portero lo jalaron de un brazo. El silbante Julio David Escobar sancionó la falta que dos minutos después convirtió el capitán, Luis Ernesto Pérez.

QUERÉTARO EMPATÓ ANTES DEL DESCANSO

El gol parecía abrirle el camino a Rayados, pero el Querétaro ofreció más resistencia de lo que se pronosticaba y tan solo seis minutos después, el cuadro local empató el partido en una jugada donde Diego Chaves peinó de cabeza un centro de Mauro Vila desde la banda izquierda.

Con el marcador empatado a uno, los equipos se fueron al descanso. La sensación dentro del vestidor albiazul era de amargura porque el equipo había desaprovechado varias opciones de gol y había permitido que el Querétaro creciera y empatara.

Vucetich ajustó sus piezas. Decidió sacar a Santana y enviar al llamado “Talismán”, Abraham Darío Carreño. El cambio le resultaría al técnico albiazul.

DARÍO CARREÑO DEMOSTRÓ SER UN TALISMÁN

Después de 25 minutos del complemento en el que Rayados buscó con afán el segundo gol, este finalmente llegó.

En el minuto 70, Luis Ernesto Pérez cobró un tiro de esquina a primer poste donde por alto se impuso el joven Carreño para rematar con potencia y vencer al portero.

Darío Carreño logró el 2-1.

Cuatro minutos después del gol, Vucetich hizo dos cambios para modificar y pasar de línea de 5 a línea de 4. Severo Meza y Felipe Baloy abandonaron la cancha y en su lugar entraron Diego Martínez y José María Basanta.

ALDO DE NIGRIS SELLÓ EL MARCADOR

Rayados ya no soltó el mando del partido y, tres minutos después, Aldo De Nigris, en jugada relampagueante, definió el partido al poner el 1-3.

Orozco despejó largo hasta tres cuartas partes de la cancha donde Carreño, de cabeza, ganó el balón, logró conducir y tocó al centro para De Nigris, quien con la marca encima y desde la entrada del área, disparó de derecha para definir de gran manera.

Aldo de Nigris puso el 3-1 definitivo.

El marcador ya no se movió y el Monterrey se trajo tres puntos valiosos, a pesar de contar con varias ausencias importantes. Este resultado le permitió a Rayados seguir acumulando puntos y escalar unidades que servirían al final del torneo para asegurarle al equipo su lugar en aquella inolvidable Liguilla que, a la postre, les dio el campeonato.

Alberto Barrera-Enderle