En Pachuca se habían establecido minas e industrias textiles de origen inglés, con lo cual se convirtió en una de las primeras ciudades mexicanas que tuvo equipos de fitbol.

Sin embargo, no tuvo un equipo en la Primera División hasta 1967. El actual Club Pachuca se refundó y comenzó su participación en la Segunda División en 1960, año en que los Rayados de Monterrey lograron su ascenso definitivo al máximo circuito, en donde han estado desde entonces.

En 1966-1967, el Pachuca consiguió su primer ascenso, por lo que el Monterrey logró enfrentarlos por primera vez en la temporada 1967-1968.

De hecho, el Monterrey fue el primer rival al que los Tuzos recibieron en su cancha. En aquel primer enfrentamiento en tierras hidalguenses, los locales vencieron 2-1 a La Pandilla, en un partido en que Everaldo Batista “Vevé” fue el autor del solitario gol regiomontano.

Un año después, en la temporada 1968-1969, el marcador de 2-1 en favor del Pachuca se repitió. En esa ocasión el gol rayado fue obra de Raúl Chávez de la Rosa.

La tercera visita de los Rayados a Pachuca fue aún más complicada. Los Tuzos se impusieron 4-2. Los goles de los Rayados fueron obra de Ubirajara Chagas y Ernesto Flores.

Ubirajara Chagas, gran ídolo de los Rayados.

Aquel partido se disputó el 3 de agosto de 1969. A pesar de la derrota, la gran noticia para nuestro equipo fue que ocurrió el debut de un jugador que habría de convertirse en histórico: Guarací Barbosa.

Previo al inicio de la temporada 1970-71, los dirigentes del futbol mexicano acordaron crear un torneo de Liga más corto y con otro formato: el torneo México 70.

Para ese torneo, los 16 equipos se dividieron en dos equipos de 8. Cada equipo se enfrentaría a ida y vuelta a sus siete rivales de grupo.

Esta fase regular o de eliminación tuvo lugar en los meses previos al desarrollo de la Copa del Mundo México 70.

Los Rayados quedaron ubicados en el Grupo Nones junto al Torreón, Guadalajara, León, Pumas, Oro, Veracruz y Necaxa.

Guarací Barbosa debutó en un partido contra Pachuca y llegó a ser un ídolo en el Monterrey.

El sistema de competencia indicaba que los primeros cuatro lugares de cada grupo pasarían a una ronda para definir al campeón. Los otros ocho quedarían en otro grupo de relegados ya sin aspiraciones.

Los Rayados, dirigidos en esa primera ronda por Ignacio Jáuregui, consiguieron clasificar al grupo que definiría al campeón. Los otros siete equipos que lograron hacerlo fueron: Cruz Azul, Guadalajara, Atlas, Toluca, Pachuca, Torreón y León.

Sin embargo, durante el mundial México 70, la directiva otorgó permiso y apoyo al técnico Ignacio Jáuregui para que viajara a Europa en los siguientes meses con el fin de estudiar los sistemas de entrenamiento de los grandes equipos europeos.

Su sitio como técnico rayado sería entonces ocupado interinamente por Mario Pérez, personaje que hasta entonces se encargaba de las Fuerzas Básicas del Club. Pérez dirigiría algunas jornadas hasta que su lugar fue tomado por el técnico argentino Carlos Alberto Etcheverry.

Hugo Pineda fue el portero titular de los Rayados.

En la jornada 1 de la fase para definir al campeón, Rayados cayó en su visita a Cruz Azul. En la jornada siguiente, empató a dos con el Guadalajara.

Para la jornada 3, aún dirigidos por Pérez, los Rayados viajaron a Pachuca, cancha en la que de tres visitas no habían podido obtener ni un solo punto.

La altura, el horario y el estado de la cancha eran obstáculos difíciles de sortear para los equipos que visitaban el viejo estadio Revolución Mexicana. La cita en Pachuca fue el domingo 26 de julio de 1970 al mediodía.

Mario Pérez designó al siguiente once para iniciar: Hugo Pineda; Magdaleno Cano, Javier Bazán, Daniel Haro y Erubiel Valdés; Guarací Barbosa, Guillermo Arciniega y Ubirajara Chagas; Ricardo Escamilla, Ernesto Flores y Francisco Avilán.

Tras haber iniciado esta fase de la competencia con una derrota y un empate, el Monterrey tuvo que lanzarse al frente desde el arranque de las acciones.

Tan solo a los 8 minutos de iniciado el compromiso, Ubirajara Chagas mandó un centro filtrado para el delantero rayado Ernesto Flores. Al entrar al área, y a pesar de tener un defensor encima, Flores sacó un disparo potente de pierna derecha que dejó inmovilizado al portero Muñoz del Pachuca.

Ernesto Flores abrió el marcador.

El gol rayado caló en el ánimo de los Tuzos, que se desesperaron muy rápido en el partido. El Monterrey, por su parte, siguió atacando, aprovechando la velocidad de sus extremos Francisco Avilán y Ricardo Escamilla, para poner en serios aprietos a la defensa local.

Magdaleno Cano, el histórico lateral derecho rayado, se incorporaba también alegremente al ataque acompañando por su banda a Avilán.

En una de esas jugadas, recibió una dura falta que provocó que no regresara para el complemento y su lugar fue ocupado por Antonio Treviño.

El técnico húngaro del Pachuca, Jorge Marik, realizó sus dos cambios en el medio tiempo con el fin de provocar una reacción considerable en el accionar de sus pupilos. Por el bando rayado, salvo el cambio obligado de Cano, se mantuvieron los mismos once.

La tónica del partido en los segundos cuarenta y cinco minutos fue similar: un Pachuca que quería responder y unos Rayados peligrosos por los extremos.

Alrededor del minuto 70, Francisco Avilán apagó las esperanzas tuzas al prender, desde fuera del área, un balón tímidamente rechazado por la defensa local. El remate del “Potrillo” se incrustó casi en el ángulo superior izquierdo del portero.

Francisco Avilán anotó el segundo gol para los Rayados.

En los veinte minutos restantes, el Pachuca solo generó una jugada clara de peligro. Esta tuvo lugar en el minuto 75, pero fue bien controlada por Pineda que, al salir a cortar el centro, se estrelló con un delantero rival.

El portero rayado no pudo continuar y Mario Pérez tuvo que quemar su último cambio enviando a su segundo portero, Javier Quintero, quien sustituyó a Pineda.

En aquel entonces, Quintero apenas llevaba unos meses en el equipo. Pronto habría de convertirse en el portero titular y uno de los legendarios en la Historia del Club.

El portero Javier Quintero, quien se convertiría en un ídolo Rayado, entró de cambio.

En los quince minutos que le tocó resguardar el marco rayado, Quintero lo hizo bien y sin sobresaltos manteniendo su meta inviolada.

Finalmente, el árbitro Alfonso González Archundia decretó el final del partido. Los Rayados consiguieron su primer triunfo en la historia en la cancha del Pachuca y se agenciaron dos puntos valiosos para seguir aspirando al título.

Alberto Barrera-Enderle