13 de Agosto de 2021. 11:05 pm.
La temporada 1967-68 no fue una de las mejores en la historia del Club. Si bien, tras comenzar esa década en la parte baja de la tabla, entre 1962 y 1966, el Monterrey fue un cuadro protagonista de la liga mexicana. La excepción sería la temporada 1967-68 en la que el fantasma del descenso rondó al equipo regiomontano.
Afortunadamente, La Pandilla logró evadir el descenso y uno de los triunfos que impulsó al Equipo a salir de la parte baja de la tabla fue el que el Monterrey conquistó a costa del Pachuca el 28 de octubre de 1967.
El técnico del Monterrey en esa temporada fue el albanés, naturalizado austríaco, Skender Peroli. Los resultados no fueron los esperados y después de 16 jornadas (de 30 que constaba el torneo), los Rayados ocupaban el nada grato último lugar con solo 10 puntos, producto de 3 victorias, 4 empates y 9 derrotas.
El Monterrey, ubicado en el lugar 16 de 16 equipos, solo había anotado 18 goles y había recibido 27. A tan solo un punto de diferencia se encontraban el Oro de Guadalajara y el Morelia. Mientras que los Jabatos de Nuevo León, el Irapuato y el Pachuca tenían dos puntos más que el Monterrey.
Una oportunidad de oro para dejar el sótano se le presentaba al Monterrey. El Pachuca, uno de los equipos que también ocupaba la parte baja de la tabla, le tocaba visitar el Tecnológico. El cuadro tuzo, uno de los más antiguos en la historia del futbol mexicano, participaba por primera vez en la Primera División, después de coronarse campeón de la Segunda División en la temporada 1966-67. El partido entre Rayados y Tuzos habría de efectuarse el sábado 28 de octubre de 1967 a las 20:45 horas en el Estadio Tecnológico.
Publicidad del partido en la prensa.
El Monterrey llegó a este encuentro con una gran presión encima, al haber ligado ya seis partidos sin conocer la victoria. Aunque en la jornada anterior el Monterrey mostró un buen desempeño al empatar en su visita a Pumas, el equipo regiomontano tenía que ganar sí o sí y, especialmente, hacerlo frente a un rival directo de la parte baja de la tabla.
La mala noticia para el técnico Peroli fue la imposibilidad de contar con su flamante contratación: el brasileño Jurandir Dário, quien ante Pumas mostró su buen futbol, pero salió entre algodones al recibir varios golpes de los defensores unamitas.
Hugo Pineda fue el encargado de defender la portería rayada.
Por lo tanto, Peroli envió a la cancha la siguiente alineación: Hugo Pineda; Jorge Molina, Javier Bazán, Pedro Martínez y Héctor Sandoval; Nelson Fialho de Souza, Ignacio Jáuregui y Claudio Lostaunau; Juan González, Francisco Avilán y Pedro Damián Álvarez.
El Pachuca, por su parte, bien dirigidos por el experimentado Ernesto “Chueco” Candia, entró a la cancha del Tecnológico a disputar cada balón y a correr los noventa minutos para dificultarle el accionar al cuadro local.
A los nueve minutos de iniciado el encuentro, Ignacio “Gallo” Jáuregui, quien esta vez alineó en el medio campo y no en su tradicional puesto de lateral izquierdo, se lanzó al ataque por el costado izquierdo tras recibir un pase largo de Lostaunau. El “Gallo” centró fuerte al área para Juan González, quien mostró su gran técnica al “matar” el balón con el pecho y, antes de que la pelota cayera, sacar un potente disparo que dejó sin oportunidad al guardameta tuzo, el ex rayado Pablo Guerrero.
Juan González anotó el primer gol de Rayados.
La alegría en el bando rayado, sin embargo, duró solo trece minutos. Villegas aprovechó la débil marca de Javier Bazán para tocar dentro del área para la llegada de Jesús Zárate que, sin problema, tocó sobre la salida de Pineda para igualar el marcador.
Con el empate a cuestas, los equipos se fueron al descanso. La angustia se apoderó de la Afición Rayada que casi llenó el Tecnológico. El Monterrey no podía darse el lujo de dejar ir puntos en casa, y mucho menos ante un rival directo de la parte baja de la tabla.
El cuerpo técnico del Monterrey habló fuerte con el plantel al medio tiempo. La charla rindió efecto porque en la segunda mitad los once rayados salieron a comerse el balón y a tocar más el balón para romper la veloz marca del cuadro hidalguense.
Francisco Avilán puso el 2 a 1.
Claudio Lostaunau, el estelar mediocampista rayado, se apoderó de la pelota y comenzó a lanzar centros a sus delanteros, a pesar de las duras entradas de las que fue objeto. En una de esas grandes jugadas, alrededor del minuto 55, Lostaunau envió un centro fuerte al corazón del área. El joven albiazul Pedro Damián Álvarez intentó bajar la pelota con el pecho. El balón iba tan fuerte que le rebotó y después rebotó en la rodilla de un defensor tuzo. El balón quedó a la deriva para la llegada del “Potrillo” Francisco Avilán que, de derecha, fusiló a Guerrero para poner al Monterrey nuevamente adelante en el marcador.
La ventaja rayada se esfumó un par de minutos después. Un nuevo descuido en la zaga rayada permitió que la delantera tuza realizara una gran pared en los linderos del área para que Francisco Moacyr Santos aprovechara y definiera de derecha para emparejar el encuentro.
Tras el gol del empate, Lostaunau abandonó la cancha resintiéndose de los golpes del partido. En su lugar entró el veterano Ángel Lama con el fin de poner orden en el medio campo. El Monterrey había estado perdiendo balones en la salida y el ingreso de Lama estuvo pensado para corregir ese problema.
Ángel Lama tuvo una gran participación entrando de cambio.
Los minutos transcurrían y el empate prevalecía. Peroli tuvo que arriesgar sacando al lateral izquierdo Héctor Sandoval para enviar al campo al extremo izquierdo Raúl Chávez de la Rosa. Ignacio Jáuregui bajó del medio campo a la lateral izquierda. Casi de inmediato, el recién ingresado Chávez anotó el gol que a la postre sería el de la victoria.
Avilán se combinó por la derecha con Juan González. El ex delantero del Poza Rica se llevó por piernas a su marcador y envió un centro peligroso a primer poste. El portero intentó cortar, pero chocó con un defensor soltando el balón. Raúl Chávez estaba atento y, de cabeza, empujó la esférica al fondo de las redes para darle el triunfo al Monterrey.
La alegría de la Afición albiazul fue inmensa. El Monterrey regresaba a la senda del triunfo doblegando al Pachuca en su primera visita a la capital de Nuevo León como equipo de Primera División.
Raúl Chávez selló el 3-2, que le dio el triunfo al Monterrey.
El triunfo, conseguido gracias a las anotaciones de Juan González, Francisco Avilán y Raúl Chávez (tres de los mejores jugadores mexicanos en la historia del Club), permitió al Monterrey no solo salir del sótano sino escalar hasta llegar al lugar 12 de la tabla general.
Gracias a este triunfo, los Rayados lograron manejar su ventaja en puntos para mantenerse en la Primera División.
Alberto Barrera-Enderle