30 de Julio de 2019. 11:04 pm.
En la década de los 70, un jugador europeo de gran renombre internacional llegó a Monterrey para defender la camiseta de los Rayados.
En la temporada 1975-76, el Club fichó a Eusébio, futbolista portugués que es considerado uno de los mejores en toda la historia del futbol mundial.
Eusébio da Silva Ferreira nació en la antigua colonia portuguesa de Mozambique el 25 de enero de 1942 y fue el mejor jugador de la historia del futbol portugués.
Gracias a su gran talento, en su juventud fue pretendido por grandes equipos europeos como la Juventus de Turín y el Sporting de Portugal, sin embargo, fichó con el Benfica de Lisboa y debutó con este Club por la puerta grande en la temporada 1961-62.
Eusébio fue pieza fundamental para que su equipo ganara, por segundo año consecutivo, la Copa de Europa (actual UEFA Champions League. La final fue ante el Real Madrid, que contaba con grandes estrellas como Alfredo di Stéfano, Ferenc Puskás y Francisco "Paco" Gento. El equipo lusitano vino de atrás y le dio la vuelta al marcador, con un gran cierre de Eusébio, quien anotó dos goles.
Comenzaba así a tomar forma la gran leyenda de este extraordinario futbolista.
En 1965, fue galardonado con el “Balón de Oro” al mejor jugador de Europa y en la Copa del Mundo de Inglaterra 1966, todo el orbe pudo atestiguar el extraordinario futbol de Eusébio, quien opacó a Pelé y a las grandes figuras europeas y sudamericanas.
El astro portugués logró coronarse como Campeón de goleo en este mundial con 9 tantos y llevó a su país al ser tercer lugar de la competencia, la mejor participación en un mundial en la historia de la Selección de Portugal.
Eusébio anotó cuatro goles en un solo partido ante Corea del Norte. Además, en ese año fue premiado con la “Bota de Oro” como el máximo goleador europeo (logro que repetiría en 1973).
Gracias a su clase y talento, Eusébio puso a Portugal y al Benfica en el mapa futbolístico del mundo. Tras jugar unos meses en el futbol de los Estados Unidos, en 1975 es contratado por los Rayados para reforzar a un ofensivo Monterrey que, desde hacía algunos años, acechaba el título de liga.
Nunca antes al futbol mexicano había llegado a una figura mundial de esa talla. Fue un gran esfuerzo de los dirigentes del Monterrey para que el mundo entero volteara a ver a México y, en especial, a Monterrey.
El futbolista llegó a Rayados poco antes de iniciar la temporada 1975-76. Por esos días, Ignacio Jáuregui renunció a la dirección técnica del equipo y la directiva regia escuchó los consejos de Eusébio, quien les recomendó al chileno Fernando Riera para hacerse cargo de la dirección técnica del Monterrey.
Eusébio había sido dirigido por Riera cuando ambos coincidieron en el Benfica en 1962-63, temporada en la que fueron campeones de la liga portuguesa. La directiva del Monterrey no se equivocó al hacer caso a Eusébio, pues don Fernando Riera se convertiría en uno de los mejores técnicos que han dirigido al Monterrey.
Lamentablemente para Eusébio y para el Monterrey, una lesión en la rodilla le impidió tener la regularidad deseada. A pesar de ello, la afición Rayada pudo atestiguar la calidad de Eusébio durante la primera vuelta de aquel torneo. En total, Eusébio jugó diez partidos para el Monterrey, cinco de ellos arrancando como titular.
Completó dos partidos y estuvo 491 minutos sobre las canchas mexicanas. Su único gol como rayado ocurrió en la jornada 8 ante el Jalisco en el Estadio Universitario (entonces casa de los Rayados), el 20 de diciembre de 1975. Rayados perdía 0-1 desde el primer tiempo. Al minuto 67, Eusébio ingresó de cambio en sustitución de José Luis Saldívar. Solo cuatro minutos después se hizo presente en el marcador rematando de cabeza y casi a ras del suelo un centro que Milton Carlos, otro gran ídolo Rayado, había prolongado también con la testa.
Las lesiones impidieron que Eusébio continuara deleitando a los aficionados del Monterrey. Dejaría el equipo a inicios de 1976, en el ocaso de su brillante carrera que lo consagró como la máxima figura del futbol portugués y del Benfica.
Tuvo una trayectoria llena de goles que le permitiría ser considerado por la FIFA como el noveno mejor jugador del Siglo XX y, sin duda, una de las máximas figuras que han jugado en la liga de nuestro país. Su fallecimiento el 5 de enero de 2014 conmocionó, puso de luto al futbol mundial y dejó a Portugal sin su máximo referente histórico.
¡Gracias, Eusébio, por ser parte de la Historia Rayada!
Alberto Barrera-Enderle