La historia de los enfrentamientos entre los Rayados del Monterrey y las Águilas del América está llena de partidos emocionantes y memorables. Uno de ellos ocurrió el 18 de abril de 1971.

En aquel entonces, la diferencia entre ambos equipos era notoria: el América era un club poderoso económica y futbolísticamente y lo demostró al coronarse al final de la temporada.

Lo dirigía José Antonio Roca y entre sus filas contaba con las grandes estrellas del momento como Carlos Reinoso, Toninho y el legendario goleador Enrique Borja.

Por el otro lado, los Rayados eran un equipo con un presupuesto modesto y un plantel limitado. Menos de un mes antes del partido, el Ing. Alejandro Rodríguez dejó su cargo como presidente del Club.

El Monterrey tenía un adeudo de 6 millones de pesos y en el ambiente futbolístico de la ciudad se corría el rumor de que al final de la temporada el equipo desaparecería o sería vendido a otra plaza.

Las entradas eran escasas porque el futbol aún no terminaba de atraer al gran público regiomontano. El Lic. Alberto Santos de Hoyos tomó las riendas del equipo y casi de inmediato los resultados comenzaron a darse.

El gran despegue del equipo ocurrió ese 18 de abril de 1971. Aquel domingo, Rayados visitó al América en su majestuoso Estadio Azteca en partido de la jornada 21 de la temporada 1970-71.

El técnico rayado Ignacio Jáuregui inició con Javier Quintero en la portería, Magdaleno Cano, Guarací Barbosa, Daniel Ernesto Musante y Vicente Álvarez en la defensa, José “Dumbo” Rodríguez, Juan Manuel Olague (Alberto Guerra, 60’) y Ubirajara Chagas en el mediocampo, y Ricardo Escamilla, Alfredo Jiménez y Dámaso Pérez en la delantera.

El "Alacrán" Jiménez junto al astro Pelé en partido amistoso entre Rayados de Monterrey el Santos de Brasil, disputado el 24 de julio de 1971 en el Estadio Universitario.

El panorama no fue alentador. Apenas a los 27 minutos, Toninho puso adelante a los entonces llamados “cremas” y todo indicaba que el club capitalino se enfilaba a otra victoria.

En la segunda mitad apareció un joven goleador que llevaba unas semanas dando de qué hablar en el futbol regiomontano, aunque aún era desconocido para el público y prensa capitalinos.

Entre el minuto 65 y el 80, Alfredo “Alacrán” Jiménez perforó en tres ocasiones las redes americanistas. Dos de ellos a pase del que se convertiría en su gran mancuerna: Ubirajara Chagas “Bira”. La otra asistencia fue del joven Ricardo Escamilla.

Los Rayados le dieron la vuelta al marcador y se pusieron al frente 3-1. En el último minuto, y por la vía penal, el América anotó un gol más para hacer más decoroso el marcador, que terminó 3-2 a favor de los regiomontanos. El árbitro Abel Aguilar decretó el final y el triunfo para "La Pandilla".

Ese fue el domingo de consagración para el joven Alfredo Jiménez y su imagen apareció en los principales diarios deportivos del país al día siguiente.

La buena mancuerna que generó junto a Ubirajara Chagas ocasionó que la frase “Lanza Bira, anota Jiménez” se hiciera recurrente a nivel nacional.

Además, Jiménez terminó la temporada con un total de 18 goles y fue llamado a la Selección Mexicana.

Por su parte, ese partido también fue un parteaguas para nuestro club. Los Rayados terminarían en tercer lugar general tanto en esa temporada como en la siguiente. Pero lo más importante fue que el público comenzó poco a poco a llenar el Estadio Tecnológico hasta hacer del futbol una verdadera fiesta en la ciudad.

Una nueva era comenzaba en la historia del futbol regiomontano. ¡Y, a tu lado, seguimos escribiendo la Historia!

Alberto Barrera-Enderle