La alegría y espontaneidad de Adrián Vargas no solamente contagia su entorno, sino también irradia felicidad en cualquier lugar en el que el pequeño se encuentra, como sucedió en el campamento del Monterrey.

Como si se tratara de un imán, el aficionado Rayado atrajo la presencia de cada uno de los futbolistas quienes retribuyeron el amor de Adrián con un sonrisa sincera, misma que cubrió el protocolo de la Liga BBVA Bancomer previo al partido entre los albiazules y el León.

El pequeño es un ejemplo para todos, conoce su historia. #Somos Rayados con Nuestros Niños, Compromiso En la Vida y En La Cancha.

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Emerson Sierra