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Cortesía

GUARACÍ BARBOSA: UN DEFENSA CON CALIDAD, TÉCNICA Y VISIÓN DE JUEGO

27 de Mayo de 2022. 8:32 pm.

En más de 75 años de historia, el Club de Futbol Monterrey ha tenido la suerte de contar con grandes defensores.

Para las generaciones más jóvenes, nombres como César Montes, Stefan Medina, José María Basanta o Nicolás Sánchez destacan en primer plano.

Para los que tienen un poco más de edad, seguro recordarán a nombres como Pablo Rotchen, Flavio Rogério, Gastón Obledo, Éber Moas, Richard Tavares, Armando Manzo y Félix Cruz.

Otros incluso recordarán con agrado a la inolvidable pareja de centrales titulares en el título de 1986: Pedro Campa y Rito Luna.

Sin embargo, algunos años más atrás brilló intensamente un defensor central brasileño que llegó siendo prácticamente un desconocido, pero que, gracias a sus actuaciones, se convirtió en el que, para muchos, ha sido uno de los mejores defensores centrales en la historia del Club: Guarací Barbosa da Silva.


Guarací Barbosa, gran defensa de los Rayados.

Nacido en São João de Meriti, Río de Janeiro, Brasil el 18 de marzo de 1948, Guarací inició su carrera en el equipo Olaria, de la Segunda División de Brasil.

La relación entre Guarací Barbosa y los Rayados no inició con su llegada al Club en 1969, sino dos años antes.

Para la temporada 1967-1968, los Rayados contrataron al potente delantero brasileño del Palmeiras: Jurandir Dário Gouveia (conocido en México como “Darío Jurandir” y en Brasil como “Dario Alegria”).


Los gustos y opiniones del defensa brasileño.

El paso de este jugador por La Pandilla fue breve a causa de una lesión que sufrió. A pesar de las buenas exhibiciones que dio en sus pocos partidos, Rayados lo cedió al Fluminense de su país.

En el verano de 1969, el Club Olaria se interesó seriamente en los servicios de Jurandir y le ofreció a cambio al Monterrey hacerse con alguno de sus jugadores.

Este club brasileño contaba en su mayoría con jugadores jóvenes que eran verdaderas promesas del futbol brasileño.

Gracias a las negociaciones emprendidas por el Lic. Adolfo Riverón y Alejandro Rodríguez, presidente del Club, los Rayados lograron cerrar el trato con Olaria, equipo que mandaría dos jugadores a prueba por un mes a Monterrey.

En caso de que el Monterrey no se decidiera por ninguno, el club brasileño enviaría a otros dos y así hasta que el Monterrey se decidiera por uno o dos a cambio de Jurandir.

Por esta razón, el 13 de julio de 1969 aterrizaron en Monterrey dos jóvenes promesas del futbol carioca: Amilton Pereira y Guarací Barbosa.


En sus inicios, Guarací Barbosa se desempeñaba como contención.

El primero se desempeñaba como volante ofensivo y Guarací como volante de contención o recuperación.

Tras ser presentados, ambos brasileños se pusieron a entrenar y estuvieron a disposición Ignacio Jáuregui, director técnico de los Rayados.

La temporada de liga 1969-1970 comenzó para La Pandilla desde el 8 de junio, por lo que era urgente que ambos elementos entraran en ritmo.


Guarací era reconocido como uno de los mejores defensores centrales del futbol mexicano.

Tras algunas semanas de prueba el diagnóstico del club fue que se quedara solo Guarací Barbosa.

El debut oficial de Guarací como rayado ocurrió el 3 de agosto de 1969 en el Estadio Revolución Mexicana, en Pachuca, Hidalgo.

La Pandilla cayó 4-2 y Guarací entró de cambio en el minuto 74 sustituyendo a Alberto Guerra.

En el partido siguiente, Rayados recibió y venció 2-0 a Pumas en el Tecnológico. En ese partido, Guarací Barbosa fue titular por primera vez enfundado en la camiseta del Monterrey.


El defensa brasileño se convirtió en titular indiscutible.

También fue la primera titularidad del joven portero Javier Quintero Morones. El destino de ambos seguiría unido por los siguientes siete años.

El contrato inicial que Rayados le ofreció a Guarací fue de un año. Antes de terminar ese lapso y viendo la calidad del jugador, la directiva le renovó.

Semana a semana, Guarací demostraba su gran calidad como contención para recuperar el balón y ceder rápido a algún compañero.

Sin embargo, la gran transformación de Guarací ocurrió casi un año después de su debut.


Defensa imparable: el portero Javier Quintero (arriba), acompañado de Magdaleno Cano, Daniel Musante,Guaraci Barbosa y Vicente Álvarez.

Ya bajo la dirección técnica del argentino Carlos Alberto Etcheverry, Guarací recibió la indicación que sería probado como defensa central.

Etcheverry le vio cualidades para esa posición y consideró que ahí sería de más utilidad para el equipo y no se equivocó.

El viernes 28 de agosto de 1970, en un partido en el Tecnológico ante el Cruz Azul, Guarací Barbosa hizo pareja en la defensa central con Daniel Haro y desde entonces no dejaría de jugar y de brillar en esa posición.

Su futbol pulcro, su gran técnica individual y rapidez contrastaba con la rudeza y falta de técnica de la mayoría de los defensores centrales de aquella época.


El técnico Carlos Alberto Etcheverry colocó a Guarací Barbosa en la defensa central, donde se convirtió en un ídolo.

Rara vez expulsado, Guarací Barbosa se volvió en el hombre prácticamente insustituible en la defensa central y un referente de unos Rayados que hicieron época llegando a tres semifinales en cuatro años.

Guarací, uno de los emblemas de aquella Pandilla que logró consolidar al futbol como el deporte favorito de los regiomontanos, conformó duplas defensivas extraordinarias primero con Daniel Ernesto Musante y, posteriormente, con Gustavo “Halcón” Peña.

No solo a nivel local sino a nivel nacional, Guarací era reconocido como uno de los mejores defensores centrales del futbol mexicano e incluso delanteros rivales como Enrique Borja reconocían su gran calidad.


El brasileño posa con el uniforme del Monterrey.

Su ausencia, cuando esta llegaba a suceder, solía ser resentida por el equipo. Guarací permaneció en nuestro Club hasta el final de la temporada 1975-1976.

En total, Guarací Barbosa defendió la playera del Monterrey en 268 encuentros oficiales: 247 de ellos en liga, 17 en Copa y 4 en CONCACAF.

Solo recibió cuatro tarjetas rojas en ese lapso, esto es, aunque hay que recalcar que las cuatro expulsiones ocurrieron en sus primeros dos años como rayado.


El brasileño se ganó los comentarios favorables de la prensa.

Posterior a ello, Guarací fue un ejemplo de constancia. Rara vez se perdió algún partido por lesión y, además, anotó dos goles oficiales.

Con su partido del equipo en 1976, poco a poco comenzó a desmantelarse aquel gran plantel rayado que se preserva en la memoria de la afición rayada que tuvo la suerte de verlo jugar cada semana hasta convertirse en uno de los mejores defensores centrales en la historia de nuestro Club.

Alberto Barrera-Enderle

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