Everardo Rodríguez Plata jugó con los Rayados en la defensa y se caracterizó por su liderazgo, valentía y goles producto, en su mayoría, de certeros remates de cabeza y cobros de tiros penales.

Defendió nuestra camiseta de 1975 a 1984, llegó a ser Capitán del Equipo y anotó un total de 26 goles, récord para un defensa del Club que igualó Nicolás Sánchez el sábado 17 de agosto en el duelo contra el Toluca.

Rodríguez Plata nació en Monterrey el 12 de mayo de 1955. En su infancia destacó en las Ligas Pequeñas de beisbol y, al cumplir 15 años, comenzó a practicar el futbol, deporte del cual se enamoró.

Everardo Rodríguez Plata en un duelo en contra de Pumas en la temporada 1976-77.

Al poco tiempo fue reclutado por los Jabatos de Nuevo León (cuando estos fueron filial del Club de Futbol Monterrey). Gracias a su talento y buen futbol, el técnico Ignacio Jáuregui lo llamó para formar parte del Primer Equipo de los Rayados en 1975.

Su debut ocurrió el 28 de septiembre de 1975, en una Semifinal de la Copa de Campeones de CONCACAF ante el Atlético Español (actualmente Necaxa), que en ese entonces contaba dentro de su plantel a jugadores como Raúl Isiordia, Roberto Gómez Junco y Luis Fernando Tena.

En la Liga, debutó el 11 de enero de 1976 en un duelo en contra del América en el Estadio Azteca, correspondiente a la jornada 11 de la temporada 1975-76.

Durante sus primeras temporadas con Rayados, Rodríguez Plata jugó en la delantera. Sin embargo, debido a su juventud y al hecho de que en esa posición el Monterrey tenía figuras consagradas como Milton Carlos y Romeo Corbo, tuvo escasa participación.

El único gol que anotó como delantero fue el 25 de septiembre de 1976, justamente en un Clásico Regiomontano en el que los Rayados vencieron como visitante a los Tigres por marcador de 2-1.

Everardo Rodríguez Plata anota un gol con un cabezazo letal en contra de Tigres en la Temporada 1976-77.

En la temporada 1979-80, el técnico Gustavo “Halcón” Peña decide colocarlo como defensa. Más tarde, Ubirajara Chagas (otrora ídolo Rayado como jugador) sustituyó a Peña en el timón Rayado y mantuvo a Rodríguez Plata en la zaga albiazul, en donde se convirtió en titular indiscutible.

Rodríguez Plata se caracterizó por su gran juego aéreo, valentía y liderazgo, virtudes que lo convirtieron en el Capitán de los Rayados durante la primera mitad de los años 80.

Su mayor protagonismo dentro del equipo se reflejó inmediatamente en el aumento de su producción goleadora. Ya fuera de cabeza o de tiro penal, Rodríguez Plata se consagró como un defensa goleador.

Everardo Rodríguez Plata (el cuarto de izquierda a derecha en la fila anterior), en el once inicial del duelo en contra de Atlético Potosino de la temporada 1976-77.

En la temporada 1980-81 anotó 5 goles. En 1981-82 anotó 9 goles y uno más en Liguilla.

La temporada 1982-83 fue una campaña complicada para el equipo y para el capitán Rodríguez Plata. Una grave lesión lo mantuvo marginado gran parte de la temporada por lo que solo alcanzó a marcar en dos ocasiones.

Su última temporada fue la 1983-84 y en ella consiguió 8 goles más. De esta forma contabilizó 26 goles en su paso como Rayado.

Su característica forma de ejecutar las penas máximas permanece en la memoria de la Afición Rayada: cobraba los penales con mucha calma, privilegiando la colocación sobre la potencia, con disparos que entraban pegados al poste.

Aunque su estilo de cobrar los penales causaba angustia entre los aficionados, su eficacia le dio la razón. Sus goles, su carácter y su liderazgo fueron fundamentales para que nuestros Rayados salieran adelante en épocas complicadas.

Años después de su retiro como futbolista, regresó al equipo de sus amores para ser auxiliar técnico de Claudio Lostaunau, otro ídolo Rayado.

Actualmente disfruta como Aficionado y junto a su familia los partidos del Monterrey.

¡Gracias, capitán Rodríguez Plata, por ser parte de nuestra Historia Rayada!

Everardo Rodríguez Plata en 1979

Alberto Barrera-Enderle