El 28 de junio de 1945 nació oficialmente el Club de Futbol Monterrey, tras la redacción de su acta constitutiva.
Un día antes, el 27 de junio, los primeros accionistas del equipo (Paul C. Probert, José Fidalgo, Daniel Mir, Ramón Cárdenas Coronado, Rogelio Cantú, Miguel Talavera y Miguel Galán) habían acudido con un notario público para registrar formalmente al equipo.
La primera directiva estuvo encabezada por Enrique Ayala Medina como presidente, Paul C. Probert como vicepresidente, Ángel F. Escobedo como secretario y Ramón Cárdenas Coronado como tesorero.
En la primera temporada de su historia, el equipo tuvo que entrenar en una cancha del campo militar y jugar en el Parque Cuauhtémoc, un campo de beisbol prestado por la Cervecería Cuauhtémoc.
El Monterrey debutó oficialmente la mañana del domingo 19 de agosto de 1945 en el Parque Cuauhtémoc con un triunfo de 1-0 sobre el Club San Sebastián, de León, gracias a una anotación del hispano-argentino José “Che” Gómez.
El primer director técnico fue Manuel Galán y la primera alineación fue la siguiente: Raymundo Palomino; Antenor Medina, Enrique Lizano y Miguel Quezada; Santiago Bonilla, Gonzalo Buenabad, Guillermo “Cuadros” Vidal; José “Che” Gómez, Octavio “Gene” Rivera, Leonardo “Chanclas” Zamudio y Arnulfo Avilán.
En su primer año, el Club enfrentó falta de apoyo económico, patrocinios e infraestructura adecuada en una ciudad en la que el beisbol era el deporte más popular.
La noche del 14 de septiembre de 1945 ocurrió la mayor tragedia en la historia del Club: el autobús en el que viajaba el equipo hacia Guadalajara se incendió mientras se abastecía de combustible en San Juan de los Lagos, Jalisco.
La mayoría de los jugadores dormían y fueron sorprendidos por las llamas. Algunos tuvieron que ser hospitalizados debido a las fuertes quemaduras. Dos de ellos, Guillermo “Cuadros” Vidal y el costarricense Enrique Lizano, fallecieron semanas después y varios tuvieron lesiones graves que les impidieron continuar jugando futbol profesional.
El golpe fue devastador y el equipo estuvo cerca de abandonar el torneo, pero otros clubes prestaron jugadores. Así llegaron elementos como Enrique Escalada, Manuel Pando e Ignacio Trelles, entre otros.
A pesar de lo complicado del torneo, el argentino Emilio Baldonedo brilló al anotar 19 goles en 19 partidos disputados.
Con un esfuerzo notable, el Monterrey terminó la temporada, aunque en último lugar. En aquel entonces, no existía ni el descenso ni la Segunda División, y el Monterrey inició su preparación para la temporada 1946-1947.
La directiva, comandada en ese momento por Ramón Cárdenas Coronado, no consiguió patrocinadores y decidió solicitar la baja temporal del club.
Aunque esta primera temporada fue agridulce, dejó un legado importante en la historia del Club y de Nuevo León: haber iniciado el futbol profesional en el estado.
Pronto habrían de surgir nuevos dirigentes y jugadores que retomarían ese legado.